Internet está lleno de artículos acerca de qué meter en la maleta del hospital para que no te falte de nada de cara al gran día.
De lo que te hablan poco es de las cosas prácticas y útiles que necesita una mamá después de que nazca su bebé.
Aquí te dejo mi lista de imprescindibles en el postparto. ¡Toma nota!
Discos de lactancia: ten por seguro que los vas a necesitar, sobre todo las primeras semanas que te vas a pasar goteando leche practicamente cada hora del día.
Snacks saludables: la lactancia da (MUCHA) hambre. De día y de noche, por eso sería bueno tener a mano una pieza de chocolate negro o un puñado de frutos secos, saludables y que te llenen de energía.
Aceite de oliva: ¿Cómo? Sí, lo que lees. Las últimas recomendaciones sugieren que aplicar unas gotitas de aceite de oliva cuando existen grietas o pezones irritados pueden ayudar a su cicatrización.
Agua: la lactancia tambien da mucha sed. Bebe al menos 2,5 L de agua cada día para mantenerte bien hidratada.
Crema o aceite corporal: es igual de importante cuidar tu piel en el postparto que en el embarazo, ya que también podrían salir estrías en esta etapa. Utiliza este momento para dedicarte tu propio ritual de autocuidado cada día.
Bálsamo labial: puede ser que notes tus labios resecos en este periodo, ya sea por la sed que produce la lactancia o por la baja de estrógenos que puede resecar los labios. El bálsamo será un buen aliado.
Arcilla verde: va genial para zonas inflamadas (sobre todo la zona perineal). Se puede comprar en herbolario.
Hojas de col: mételas en la nevera. Se usan para tratar ingurgitaciones del pecho (sobre todo por la subida de la leche o la mastitis). Ya está científicamente demostrada su eficacia.
Compresas postparto: de celulosa o algodón.
Braguitas: mejor usar las desechables los primeros días, te resultarán más cómodas.
Jabón PH neutro o especial para periné: conviene lavar la zona perineal de 1 a 2 veces al día con jabón neutro o especial para zona perineal. Hay varias marcas en farmacia.
Libros: las noches con un recién nacido pueden ser largas y muy agotadoras. A veces también puede ser difícil volver a conciliar el sueño con tanto despertar nocturno. Por eso la lectura puede ser un gran aliado. Mis favoritos en esta etapa: cualquiera de Carlos Gonzalez o Lucía mi Pediatra.